POLITICUS.MX

Hermosillo, Sonora

MORENA versus Congreso

Mayo 03
2019

Contrario a lo que muchos suponen, el poder no enloquece a las personas, ni ofusca a los inteligentes,

ni vuelve locos a los tontos, ni tampoco marea a los débiles, simplemente los revela, y en algunos casos, los desnuda. Las aptitudes políticas y las capacidades reales de los hombres y las mujeres públicas son, como los defectos y las virtudes humanas, inexorablemente inocultables.

El pasado jueves 25 de abril en el congreso del estado se actualizaron ambas premisas.

 Uno de los grupos parlamentarios principales, representante de una mayoría teórica, puso en evidencia su falta de responsabilidad por no presentarse oportunamente al inicio de la sesión plenaria, y por otra, dejo una estela de dudas y cuestionamientos que fortalecen, desafortunadamente, la mala imagen y el rechazo ciudadano contra los partidos políticos, sin mencionar el grave deterioro a la credibilidad del poder legislativo.

Fue una sesión definitoria que marco el presente y el futuro de la 62 legislatura. Después del jueves pasado, y en mérito de las maniobras, ofensas y agravios políticos, ya nada sera igual en el congreso.

La falta de cortesía politica y la ausencia del respeto por el contrario, igual que la carencia de una mejor madurez democrática y un mayor sentido de civilidad entre sus diputados integrantes, pero sobre todo, por la distorsionada inteligencia politica de algunos, actualizó aquella lapidaria frase atribuida al entonces gobernador de tabasco Enrique Gonzales Pedrero quien dijo que "el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos", aunque ésta fue perfeccionada por la escritora Ángeles Mastreta quien literalmente dijo: “afirma un genio del buen decir que la calentura, como el poder, ofusca a los inteligentes y a los pendejos los vuelve locos”, misma que como un mensaje subliminal fue invocada el pasado 4 de marzo por el Presidente López Obrador dirigida en forma matizada a los funcionarios y legisladores de MORENA. En sonora no lo vieron ni la oyeron.

La designación de la diputación permanente, como tema del disenso interno y del lamentable espectáculo público, fue un acuerdo de legalidad aparente, cuya consecuencia es que, si bien es cierto no existe un recurso previsto para combatir dicho nombramiento, los actos y acuerdos posteriores pueden impugnarse por vía de amparo indirecto reclamando violaciones y omisiones legislativas de carácter procesal ante un juez federal, quien pudiera invalidar los futuros acuerdos de la diputación permanente.

En efecto, la aprobación del orden del día de las sesiones, por regla general, es biinstancial. Corresponde al principal órgano de gobierno, que es la CRICP, decidir los temas de discusión.

Después el pleno, como máxima y unica autoridad con facultades de resolución oficial, aprueba dicho temario, mismo que no obstante puede ser modificado, la ley orgánica exige en su artículo 121 que la modificación propuesta debe justificarse plenamente, cuyo requisito de formalidad y validez jurídica fue incumplido, toda vez que no se presento, ni valoró, ni se aprobó ninguna razón legal ni politica para ello. Por la premura de la maniobra se equivocaron en todo.

Dicho nombramiento vulnera además los principios de representatividad y equidad politica, principalmente el de proporcionalidad partidaria, que como criterio normativo para la integración de comisiones contempla imperativamente la ley orgánica en su artículo 86, aplicable por extensión para la integración de la diputación permanente.

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