Recientes descubrimientos hablan de la existencia de un nuevo virus que revela una amplia diversidad morfológica, genética y estrategias de replicación.

Las características de Medusavirus, un virus de ADN, encontrado en el aguas termales japonesas, carecen de los genes de ADN topoisomerasa II y ARN polimerasa, lo que mostró que la replicación del ADN tiene lugar en el núcleo del huésped, mientras que los viriones de la progenie se ensamblan en el citoplasma.

 Este nuevo virus se coloca filogenéticamente en la raíz de los clados eucarióticos en función de las filogenias de varios genes clave, incluida la ADN polimerasa, y codifica sorprendentemente el conjunto completo de homólogos de histonas.

Además, su huésped de laboratorio, Acanthamoeba castellanii, codifica muchos homólogos de Medusavirus en su genoma, incluida la principal proteína de la cápside, lo que sugiere que la ameba es el verdadero huésped natural de este nuevo virus desde la antigüedad, y se han producido transferencias laterales de genes entre el virus y la ameba repetidamente.

Según un estudio dirigido por investigadores de la Kyoto University y la Tokyo University of Science determinó que el virus es diferente a otros, por lo que los investigadores propusieron que se clasificara en una nueva familia: Medusaviridae.

También se encontraron varios genes de Medusavirus en sus huéspedes ameba, lo que sugiere que el Medusavirus ha infectado a estas amebas desde tiempos remotos y que los dos microorganismos han intercambiado genes a lo largo de la evolución.

Estos resultados sugieren que Medusavirus es único, ya que conserva huellas antiguas de interacciones evolutivas con sus anfitriones, lo que proporciona pistas para dilucidar su evolución, los eucariotas y la interacción virus-huésped.

El virus contagia organismos unicelulares conocidos como Acanthamoeba castellanii, un tipo de ameba, cuando los especialistas  las analizaron en platos de laboratorio, encontraron que el virus incitó a estos microorganismos a desarrollar una capa externa gruesa y entrar en un estado conocido como &lsquoenquistamiento&rsquo similar al de una roca.

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