Los mismos astrónomos lo dicen: el universo es un lugar inmensamente misterioso, lleno de objetos y cuerpos celestes que desafían nuestra comprensión de este. Y, de hecho, entre estos enigmas cósmicos se encuentran los cuásares, objetos extremadamente luminosos que pueden iluminar el espacio con su brillo y que pueden ¿comer? Así es, sí sucede, pero antes, veamos algunos conceptos.

¿Qué son realmente los cuásares y cómo se forman?

Los cuásares son estrellas peculiares que se encuentran en los núcleos de galaxias distantes. Aunque pueden parecer estrellas a simple vista, son mucho más poderosos y brillantes. La clave de su luminosidad radica en la presencia de agujeros negros supermasivos en su centro. Estos agujeros negros devoran materia circundante, formando un disco de gas y polvo extremadamente caliente alrededor de ellos. Este disco, llamado disco de acreción, es el motor que impulsa la intensa luminosidad de un cuásar.

El reciente hallazgo

El descubrimiento reciente que se acaba de hacer, es de un cuásar excepcionalmente brillante, conocido como J0529-4351, ha arrojado luz sobre la naturaleza de estos enigmáticos objetos cósmicos. Con un disco de gas y polvo que abarca siete años luz de diámetro y un agujero negro central con una masa equivalente a más de 17.000 millones de soles, J0529-4351 es una fuerza impresionante en el universo.

Lo que hace que este cuásar sea aún más notable es su extraordinario crecimiento y luminosidad. Devorando la materia que equivale a un sol cada día, emite cantidades inmensas de luz que viajan a través del cosmos durante más de 12.000 millones de años antes de llegar a nuestros telescopios. Este descubrimiento nos hace pensar precisamente como es la evolución y el comportamiento de los agujeros negros y sus entornos circundantes.

Ahora analicemos los siguiente, se puede identificar precisamente a J0529-4351 como un cuásar, en lugar de una simple estrella, y esta destaca porque su luminosidad es intensa a diferencia de otros cuerpos celestes brillantes. Así que si ves un punto en el cielo que brilla más, seguramente es un cuásar.

¿Ahora comprendes la importancia de la exploración espacial y el análisis de datos astronómicos? A menudo, la verdadera naturaleza de objetos distantes se oculta entre la gran cantidad de información recopilada por instrumentos como el Telescopio Muy Grande en el desierto de Atacama, Chile, o la sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea.

Además de su gran brillo y tamaño, los cuásares como J0529-4351 desempeñan un papel importantísimo en nuestra comprensión del universo primitivo y la formación de estructuras cósmicas a gran escala. Estos objetos masivos son piezas clave para el estudio de su propio comportamiento, ayudándonos a comprender cómo evolucionó el universo desde sus primeros momentos hasta su estado actual.

Quizá sea uno de los objetos astronómicos más queridos por los astrónomos aficionados, ya que los cuásares representan un reto para nuestra comprensión, si creíamos que ya lo habíamos descubierto todo, no es así.

Fuente: https://ensedeciencia.com/